Rio Deva y bosque de ribera

BOSQUES CONTRA LA EROSIÓN

Los bosques de montaña juegan un papel esencial ante las alteraciones que la erosión provoca en los ecosistemas acuáticos. Elegir a futuro los mejores bosques contribuirá a proteger los humedales de Picos de Europa tal como ha investigado un equipo del IH Cantabria, coordinador de LIFE DIVAQUA, y cuyos resultados acaban de desvelar en una prestigiosa revista científica.

Las actividades humanas han alterado el equilibrio natural que nos brindan los ecosistemas. La importante función y los servicios que los ecosistemas prestan a la sociedad como la calidad del agua o el control de la erosión están vinculados a los cambios en el uso y la cobertura del suelo. Factores que acaban favoreciendo la erosión y la contaminación tanto de ríos como de acuíferos.  Están estrechamente vinculados a la desaparición de los bosques o su fragmentación. Tal y como ha puesto de manifiesto personal de investigación perteneciente al Grupo de Ecosistemas Continentales del IH Cantabria, socio coordinador del proyecto LIFE DIVAQUA.

En la revista Remote Sensing ha publicado el artículo “From Forest Dynamics to Wetland Siltation in Mountainous Landscapes: A RS-Based Framework for Enhancing Erosion Control” que desvela el trabajo de investigación llevado a cabo mediante un modelado basado en sensores remotos y en estudio de imágenes de satélite que permite identificar áreas para la implementación de soluciones basadas en la naturaleza.

Los mejores aliados contra la erosión

Mediante la conservación y restauración de bosques naturales se logrará reducir la vulnerabilidad de los ecosistemas acuáticos a la sedimentación en regiones montañosas.

Las imágenes obtenidas de los satélites permiten cartografiar la dinámica forestal y la distribución de humedales en el Parque Nacional de los Picos de Europa. La interpretación fotográfica ha sido complementada por trabajo de campo desarrollado desde el año 2017 hasta el 2021.

Es así como han logrado estimar una tasa de aumento de la cubierta forestal de 2 ha/año. Esto servirá para crear un modelo generador de escenarios de futuro a 30 años que defina la extensión potencial del bosque para el área de estudio –cuencas hidrográficas de los ríos Sella, Cares y Deva- en el año 2050.

Los mejores humedales a salvo

A su vez han modelado la distribución de humedales para así identificar las áreas con el mayor potencial de acumulación de humedad. Para ello han tenido en cuenta factores topográficos como la pendiente y el índice de humedad topográfica que indican la acumulación de agua en el terreno.

Al mismo tiempo, se obtuvo la erosión potencial tras identificar las áreas posibles donde se producían, transportaban y depositaban los sedimentos.

Es así como finalmente, combinando los datos sobre la dinámica forestal, la distribución de los humedales y la erosión potencial se realizó el análisis para reducir la cantidad de sedimentos que llegan a los humedales seleccionados.

Soluciones para áreas de montaña

Esto permitió identificar las laderas y áreas ribereñas donde la conservación y restauración de bosques naturales reduciría el riesgo de erosión del suelo al maximizar la filtración de sedimentos.

El manejo de las masas de bosque permitiría controlar los efectos de la erosión a tres niveles:

  • Al reducir la carga erosiva que se origina ladera arriba en cabecera de las cuencas por ausencia de cobertura forestal.
  • Al reducir la llegada de sedimento por escorrentía a los cursos de agua.
  • En ausencia de las barreras anteriores, al atrapar la erosión cerca de los sistemas receptores, es decir, los humedales, entendidos cómo ejes principales de los ríos y sus tributarios.

Una metodología novedosa que podría aplicarse a otras regiones montañosas, permitiendo así optimizar la inversión para la prevención y ralentización de la erosión. De este modo se favorece la conservación de los humedales al usar solo áreas muy específicas del paisaje para la gestión de hábitats.

Puedes leer el artículo original en inglés aquí.

El proyecto europeo LIFE18 NAT/ES/000121 DIVAQUA está coordinado por la Universidad de Cantabria a través del Instituto de Hidráulica Ambiental. Cuenta con la contribución financiera del Programa LIFE de la Unión Europea y lo cofinancian la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria y Navarro Generación.

Son socios beneficiarios del proyecto Red Cambera, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Centro Tecnológico Agrario y Agroalimentario Itagra.CTRepsolla Fundación Instituto de Hidráulica Ambiental Cantabria y los Gobiernos autonómicos del Principado de Asturias y la Junta de Castilla y León,

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